domingo, 18 de octubre de 2009

Un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios.
Me vas a enviar mañana a la tierra; pero ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
Entre muchos Ángeles escogí uno para ti, que te esta esperando:
El te cuidará.
Pero dime: aquí en el cielo, no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
Tu Ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
Y ¿Cómo entender cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
Tu Ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.
Y, ¿Qué hará cuando quiera hablar contigo?
Tu Ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar.
He oído que la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?
Tu Ángel te defenderá aún a costa de su vida.
Pero estaré siempre triste porque no te veré más señor.
Tu Ángel te hablará de Mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia; aunque, Yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño, presuroso, repetía suavemente:
Dios mío, si ya me voy, dime su nombre, ¿Cómo se llama mi Ángel?
Su nombre no importa, tu le llamarás 'Mamá'.

Ma te deseo lo mejor en tu día porque te lo mereces y aunque muchas veces no te haga caso o nos peliemos o etcetera de cosas así sabe que te amo, sos muchísimo, estoy acá gracias a vos.

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