sábado, 10 de octubre de 2009


Te odio por haberte conocido, por ilusionarme, por hacerme feliz; Te odio por cada palabra palabra, por todos tus "Te Quiero"; Te odio por todas las veces que me dijiste "Quiero tenerte siempre", por cada sonrisa, por cada caricia, por el primer beso, por cada beso, por el último beso; Te odio por seguir queriéndote, por seguir llamándote, porque estando tan cerca estas tan lejos; Te odio por tus gestos, por tu forma de hablar, por tu manera de mirarme; Te odio por enseñarme a amar, por no enseñarme a olvidar; Pero sobre todo me odio a mí; Me odio por dejarme engañar, por ser tan ciega, por perdonarte; Me odio por creerte cada palabra, por haberme enamorado de ti; Me odio por seguir agarrando el teléfono, por seguir llamándote; Me odio por no tener fuerzas para decirte que salgas de mi vida; Me odio por no querer olvidarte, por soñar contigo cada noche; Me me odio por dejar que tu corazón traicionero me robe las sonrisas, esas que, aunque fingidas, hacen creer al mundo que puedo vivir sin ti.

1 comentario: