Ahora puedo decir que aprendí dos cosas nuevas de mí. Me molesta mucho que todos quieran ser inolvidables, sobre todo porque algunos lo consiguen. También aprendí que en el amor y en la cocina... las combinaciones imposibles a veces resultan perfectas. Aunque intento pensar en el futuro, la verdad, no me lo imagino. Mirándolo bien, eso puede ser una ventaja.
Al fin y al cabo,¿Quién puede saber lo que le espera?.