viernes, 18 de septiembre de 2009

Cuéntame que harás después que estrenes su cuerpo. Cuándo muera tu traviesa curiosidad. Cuándo memorices todos sus recobecos y decidas otra vez regresar, ya no estaré aquí en el mismo lugar. Si no tiene más que un par de dedos de frente y descubres que no se lava bien los dientes, si te quita los pocos centavos que tienes y luego te deja sólo tal como quiere. Sé que volverás el día en que ella te haga trizas sin almohadas para llorar, pero si te has decidido y no quieres más conmigo nada ahora puede importar porque sin ti el mundo ya me da igual.

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