sábado, 29 de agosto de 2009

~Pedir perdón no debería tomarse con tanta liviandad. Un perdón no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón antes hay que estar dispuestos a reparar ¿De que sirve pedir perdón si no se puede reparar el mal ya hecho? Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Pedir perdón es poner una curita en una herida todavía abierta que nosotros mismos provocamos. Después de que nos hacemos cargo de lo que hicimos, recién ahí se puede construir algo distinto. Pedir perdón no repara, no alcanza, no alivia. Hay cosas imperdonables, aunque se pida perdón en mil idiomas~

No hay comentarios:

Publicar un comentario